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Descripción:
Si pretendemos estar en
disposición de poner solución a los pequeños problemas que presente
nuestro caballo, resulta imprescindible que en nuestra caballeriza
exista un botiquín que para ser completo deberá tener todos estos
elementos:
- Algodón tamaño hospital.
- Aceite de ricino; muy útil para reblandecer.
- Sulfato de magnesio.
- Antiséptico, para la limpieza de las
heridas.
- Sal de mesa.
- Rollo de apósito.
- Vendas (grandes y normales).
- Agua oxigenada, sólo para las heridas
punzantes del casco (siempre bajo la indicación del veterinario).
-
Linimento para golpes,
a utilizar para endurecer la piel que ha sufrido una rozadura
o mataduras que han sido ocasionadas por la cincha, una vez
ha sido curada la herida..
- Sulfato de magnesio y glicerina en pomada.
- Tijeras.
- Termómetro.
- Bolsa de frío instantáneo.
- Gasas estériles.
- Toalla.
Conviene que este botiquín
se encuentre siempre limpio y con todos sus elementos ordenados,
de tal manera que en caso de urgencia sepamos a donde debemos acudir
de manera inmediata.
Todos aquellos que se encarguen del cuidado del caballo deberán
conocer la existencia de este botiquín y su contenido.
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